Descubre las mejores piscinas naturales cerca de Bilbao para un plan familiar refrescante y diferente

Disfrutar de una jornada playera es uno de los planes veraniegos más habituales cuando llega el buen tiempo. Pero no es la única opción para refrescarse cuando el calor aprieta. Las piscinas naturales son una alternativa perfecta para disfrutar de un plan en familia inolvidable, en plena naturaleza y muchas veces con todos los servicios necesarios para pasar el día sin preocupaciones.

Te proponemos una selección de algunas de las mejores piscinas naturales de Bizkaia, Gipuzkoa y Álava, muy cerca de Bilbao y perfectas para compartir momentos únicos con txikis y familia. ¡Toma nota!

Piscina natural con cascada a pocos minutos de Bilbao (Bizkaia)

A menos de 7 kilómetros de Bilbao, en el valle de Bolintxu (Alonsotegi), encontramos una pequeña joya escondida: una piscina natural enclavada en el cauce del río Bolintxu, rodeada de naturaleza autóctona y ubicada junto a una antigua presa.

Este rincón forma parte del Parque Natural del Pagasarri y se convierte en el final perfecto para una caminata sencilla y muy bonita que comienza en el barrio bilbaíno de Zorroza. Un plan ideal para familias, ya que la ruta está bien señalizada, se recorre con facilidad y el entorno es de gran belleza natural. Txikis y mayores disfrutarán del paseo, del chapuzón y de la sensación de haber descubierto un lugar secreto.

Piscina natural del puerto de Elantxobe (Bizkaia)

Elantxobe es uno de esos pueblos con alma. Este pequeño enclave marinero de la costa de Bizkaia, con sus empinadas calles y sus típicas casas de colores, es siempre un plan especial. Pero en verano, lo es aún más.

Escondida en el puerto, encontramos su piscina natural: un espacio seguro y tranquilo alimentado por las aguas del Cantábrico, donde las familias pueden bañarse mientras disfrutan del paisaje y del ambiente marinero.

Un entorno con encanto que combina patrimonio, mar y relax.

Piscinas naturales de Mutriku (Gipuzkoa)

Mutriku es otro de los destinos costeros que merece la pena visitar en familia, y más aún si se quiere disfrutar de un baño diferente. Aquí se encuentran las únicas piscinas naturales de agua marina de la costa guipuzcoana.

Se trata de dos grandes piscinas, situadas junto al puerto, que se llenan y vacían con las mareas. Cuando la marea sube, el agua se renueva; cuando baja, un muro impide que se vacíen. El resultado: piscinas siempre llenas, con vistas inmejorables y un efecto de piscina infinita que encantará tanto a las y los txikis como a los mayores.

Además de nadar, estas piscinas permiten practicar deportes como el buceo, el waterpolo o los saltos, y en verano cuentan con todos los servicios: aparcamiento, duchas, vestuarios, socorristas, bar y megafonía. Una opción ideal para pasar el día entero con comodidad.

Piscinas fluviales de Fresnedo (Álava)

En la entrada del municipio alavés de Santa Cruz de Campezo, muy cerca del Parque Natural de Izki, se encuentran las piscinas fluviales de Fresnedo, un área recreativa pensada para disfrutar al máximo del verano en plena naturaleza.

El río Izki crea aquí un espacio ideal para el baño, con dos zonas separadas por un puente de madera y rodeadas de vegetación. Además del chapuzón, las familias pueden pasar el día completo disfrutando de una completa área recreativa que cuenta con mesas, asadores, fuentes, juegos infantiles y cancha de baloncesto.

Durante el verano, el entorno se completa con un bar-chiringuito, duchas, baños y todo lo necesario para disfrutar cómodamente. Un entorno natural perfecto para combinar naturaleza, deporte y diversión con txikis.

Un verano para chapotear, explorar y compartir

Cada una de estas piscinas naturales ofrece algo único: ya sea el entorno de montaña de Bolintxu, la belleza del puerto de Elantxobe, las instalaciones de Mutriku o el área recreativa de Fresnedo. Todas tienen en común su valor como espacios de encuentro, juego y desconexión para las familias que buscan alternativas diferentes a las playas más concurridas.

Llévate el bañador, una toalla, calzado cómodo… y muchas ganas de explorar Euskadi con los cinco sentidos.